martes, 25 de noviembre de 2008

La Muerte de un Jabón


Todo comienza muy bien,
empaquetado está el jabón.
Y conserva en su panza
un muy buen olor.

Alguien lo compra y dice:
- Con esto me limpiaré.
Y el jabón contento
a la ducha se fue.

Empezó siendo grande y redondo,
tan grande que no cabía en una mano.
Se resbalaba como un pez,
recién sacado de un charco.

Cuando se caía, se pegaba
y el jabón se iba mal formando.
Sobre todo por las esquinas
que las tenía chatas, como tortugas .

De tanto uso diario,
el jabón se hacía pequeño,
cada vez con menos rendimiento
el pobre jabón iba quedando.

Y un buen día,
se convirtió en una hojita.
Una hojita de jabón.
Y en la última ducha,
se dejó vencer por el tiempo.
Se convirtió él en espuma,
aquella que limpia, una y otra vez
el cuerpo de muchas damas.

Hay un jabón que se va,
Y hay un jabon que regresa.

2 comentarios:

Masha dijo...

No me gustó y además es triste.

Florshy dijo...

jejejeje!!! Quiero ser espuma!!!
=)